frambuesas congeladas
Las frambuesas congeladas representan una preservación premium de la dulzura natural, ofreciendo acceso durante todo el año a los beneficios nutricionales y versatilidad culinaria de esta deliciosa fruta. Estas bayas pasan por un sofisticado proceso de congelación rápida inmediatamente después de la cosecha, logrando bloquear efectivamente su madurez óptima, perfil de sabor y contenido nutricional. El proceso implica seleccionar cuidadosamente frambuesas completamente maduras, limpiarlas minuciosamente y someterlas a una congelación rápida a temperaturas inferiores a -18 °C (0 °F). Este método avanzado de preservación asegura que las bayas mantengan su integridad estructural, color rojo vibrante y su característico sabor dulce y ácido. Las frambuesas congeladas son especialmente valoradas por su larga vida útil, que típicamente puede durar hasta 12 meses cuando se almacenan adecuadamente en condiciones de congelador. Retienen aproximadamente el 85-90 % de su valor nutricional original, incluyendo altos niveles de vitamina C, fibra dietética y antioxidantes. Estas frutas congeladas son procesadas y empaquetadas en diversos formatos, desde bayas congeladas individualmente (IQF) hasta empaques de gran volumen, satisfaciendo tanto a consumidores domésticos como a operaciones comerciales de alimentos.